Limeñenses es un poco la historia de siete personajes, siete modelos construidos a razón de una vieja estampa limeña, estampa que se retrata al igual que ridiculiza, estampa que se desmitifica y cae a la luz de una nueva, una un tanto más fea, una igual de irreal.
Dos niños de la calle, un político corrupto y su atolondrado hijo, una pareja de esposos que no ha llegado a nada, un tutor escolar y la propia muerte contenida en el día a día son los personajes que se mueven en esta historia que no grita aunque impresiona, que pretende retratar lo irretratable, el final de la hora celeste y la bestia que lo devora todo con su gigantesca mandíbula.